Desde el pasado 1 de enero de 2024, una importante novedad legislativa ha modificado el panorama de las prácticas formativas en España. Por primera vez, todos los alumnos universitarios y de formación profesional que realicen prácticas formativas o prácticas académicas externas, ya sean remuneradas o no, están incluidos en el sistema de cotización a la Seguridad Social. Esta reforma, largamente demandada por colectivos estudiantiles y organizaciones juveniles, supone un reconocimiento del valor de estas experiencias formativas en la carrera profesional y contributiva de los jóvenes.
Hasta la fecha, la obligación de cotizar se limitaba exclusivamente a las prácticas remuneradas, dejando en un limbo de protección a una amplia gama de situaciones formativas. La nueva medida elimina esta distinción, extendiendo los derechos de cotización a todos los becarios, lo que les permitirá acumular tiempo de cotización válido para el cálculo de futuras prestaciones, incluidas las pensiones.
Además, esta inclusión trae consigo una mayor cobertura en caso de accidente durante el desempeño de las prácticas, aunque excluye la protección por desempleo y otras coberturas específicas. Para las prácticas no remuneradas, se aplicará una fórmula especial de cotización que valoriza cada día de práctica como 1,61 días cotizados, sujeta a ciertos límites y condiciones.
El financiamiento de estas cotizaciones disfruta de una sustancial bonificación, con un 95% de reducción en las cuotas por contingencias comunes. Para los estudiantes de Formación Profesional, el 5% restante de la cotización será asumido por el Ministerio de Educación, aliviando así la carga económica de esta iniciativa.
Un aspecto destacado de la nueva regulación es la posibilidad que se abre para antiguos becarios de regularizar períodos de formación previos mediante la suscripción de un convenio especial, una medida que aún está en proceso de definición normativa.
La aplicación de esta normativa supone un avance significativo en la protección social de los jóvenes en formación y reconoce la importancia de las prácticas profesionales como parte integral de su desarrollo laboral y contributivo.
¿Por qué se aprueba esta nueva medida?
El objetivo es mejorar y ampliar los derechos de los alumnos, incluyéndolos en el sistema de Seguridad Social para que comiencen una carrera de cotización y estén protegidos mientras realizan sus prácticas. Esto beneficia especialmente a los estudiantes más jóvenes, fortaleciendo su conexión con la Seguridad Social e incentivando su formación.
¿Quién estará obligado a dar de alta a los alumnos en la Seguridad Social?
Las universidades, empresas, y centros formativos son los responsables de dar de alta y baja a los alumnos en la Seguridad Social, cumpliendo con las obligaciones que se generen.
¿Cómo se da de alta a los alumnos de prácticas?
Será necesario que el alumno tenga asignado un Número de la Seguridad Social (NUSS). Si el alumno no tiene un NUSS, la entidad responsable de las prácticas debe solicitarlo.
¿Cómo se consulta el NUSS y el alta?
Los alumnos pueden consultar su NUSS a través del servicio Acreditación del Número de la Seguridad Social en el Portal IMPORT@SS. El alta se puede verificar desde el área personal del mismo portal o mediante el Informe de situación actual del trabajador en la Sede Electrónica.
Esta información es esencial para comprender el alcance y los detalles de la inclusión de los alumnos en prácticas en el sistema de la Seguridad Social, marcando un hito en la protección y reconocimiento de los derechos de los jóvenes en formación en España.